El pasado 4 de octubre de 2018 fue un bonito día de celebración compartida en nuestro Colegio Mayor Universitario de Zaragoza. Nuestra familia en Zaragoza este año ha crecido al máximo, ya que el Colegio ha tenido más solicitudes que plazas disponibles y varias han quedado sin poder cubrirse, en lista de espera.
El pasado curso fue un año de trabajo, esfuerzo y constancia, que se ha visto materializado en la renovación de la confianza por parte de casi la totalidad de las residentes y sus familias.
Fue para nosotras un verdadero placer poder contar con representantes tanto de la Universidad Pública de Zaragoza, como de la Universidad San Jorge, en nuestro acto de apertura.
Para este día tan especial pudimos contar con la presencia de Don Enrique García Pascual, Director de los Colegios Mayores de la Universidad de Zaragoza y de Doña Cristina Larranz, Responsable de información universitaria de la USJ. La conferencia inaugural corrió a cargo de Mª Eugenia Anguado, coach profesional y Directora en la Fundación Educatio Imprimis que nos enfocó hacia la importancia y las virtudes de “Vivir desde la grandeza”, es decir, desde nuestra mejor versión.
El jueves anterior, en el acto de apertura de la Universidad San Jorge, se hizo alusión a que la USJ era una Universidad pequeña en tamaño pero grande en ilusiones y proyectos. Y nosotras en cierta forma también nos sentimos un poco identificadas con esta imagen. Pues somos un Colegio Mayor grande en ilusiones y ganas de intentar poder aportar a las colegialas, a la Universidad, y a la sociedad en general.
Nuestro objetivo es generar buena gente. “Buena gente”, es decir, personas (en nuestro caso MUJERES) que sean buenas profesionales, que sean capaces de adaptarse y superar los retos que el ejercicio de su ocupación les va a suponer, y que simultáneamente tengan unos valores y unas competencias a nivel personal que les permitan construir con sus acciones un lugar mejor para la vida de todos.
Es por ello, que en este acto de apertura del curso académico, les pedimos a las Colegialas que dejasen SU huella en el Colegio Mayor (y que vivieran desde su mejor versión) durante su estancia, en resumen, lo mejor de ellas mismas, de forma que podamos, en el día a día forjar, esta gran familia que se unió este jueves a celebrar que estamos juntas.
Por nuestra parte, nosotras, intentaremos que el día que nos dejéis, podáis ser personas no solo formadas académicamente sino personas que realmente aporten a la sociedad y contagien a los de su alrededor nuestros valores dominicanos y cristianos.
Desde el Equipo de Dirección, les animamos a que empezaran el curso académico con ganas, motivadas, contentas, pero también con una planificación y unos objetivos que les permitieran mantener la constancia diaria en el estudio, el respeto por el silencio, y el pensamiento de acogida y unidad con las compañeras y en todo el personal tanto laico como religioso que en el Colegio están para acompañaros en este camino universitario.
Tras las disertaciones de los diferentes ponentes en esta acto de apertura del curso, procedimos a la celebración de una eucaristía a la que acudieron casi la totalidad de las colegialas, y en la que pudimos contar con la inestimable presencia tanto del Padre Víctor Chacón como del coro de la Parroquia.
La emotiva eucaristía contó con la participación de un amplio número de colegialas y culminó con el testimonio de fe, vivo y real, de algunos de l@s jóvenes del coro de la Parroquia, que reflexionaron entorno a lo que suponía para cada uno de ellos la presencia de Dios en sus vidas.